El descanso y el sueño son fundamentales para rendir óptimamente en todas las actividades que realicemos. Dormir bien es necesario para que nuestro organismo funcione como se espera tanto en el trabajo como en las muchas actividades que se realicen.
Cuando no podemos descansar lo que nuestro organismo demanda, tendemos a buscar y aplicar estrategias de descanso centradas en el momento previo a dormir. Sin embargo, esta no es la manera correcta de afrontarlo.
Cuando no conseguimos dormir lo suficiente, nuestras células se debilitan y nuestro organismo deja de funcionar adecuadamente. Para evitar esto, debemos mentalizar que para estar activos se necesita descansar y dormir las horas recomendadas que suelen ser entre 7 y 9 horas.
Cuando nos acostumbramos a dormir alcanzando el máximo descanso y relajación, haciéndose una buena costumbre, el cuerpo y el cerebro estarán operativos, dejando de lado la fatiga y hasta ciertas limitaciones que a veces la falta de sueño puede ocasionar incluso para la realización de las actividades más simples y cotidianas.
Siguiendo esto, está de más decir que el horario de sueño que necesitamos debe aplicarse toda la semana, todos los días. Aunque podemos afirmar que para la mayoría de las personas los fines de semana son el momento que permiten mayor flexibilidad en nuestras actividades y festividades. Pero esto hace que respetar el horario establecido sea casi imposible, sin embargo, cuanto más se aleje de lo habitual, el impacto no será tan agresivo sobre el sueño del resto de la semana.
Cuando no podemos descansar lo que nuestro organismo demanda, tendemos a buscar y aplicar estrategias de descanso centradas en el momento previo a dormir. Sin embargo, esta no es la manera correcta de afrontarlo.
Cuando no conseguimos dormir lo suficiente, nuestras células se debilitan y nuestro organismo deja de funcionar adecuadamente. Para evitar esto, debemos mentalizar que para estar activos se necesita descansar y dormir las horas recomendadas que suelen ser entre 7 y 9 horas.
Cuando nos acostumbramos a dormir alcanzando el máximo descanso y relajación, haciéndose una buena costumbre, el cuerpo y el cerebro estarán operativos, dejando de lado la fatiga y hasta ciertas limitaciones que a veces la falta de sueño puede ocasionar incluso para la realización de las actividades más simples y cotidianas.
Siguiendo esto, está de más decir que el horario de sueño que necesitamos debe aplicarse toda la semana, todos los días. Aunque podemos afirmar que para la mayoría de las personas los fines de semana son el momento que permiten mayor flexibilidad en nuestras actividades y festividades. Pero esto hace que respetar el horario establecido sea casi imposible, sin embargo, cuanto más se aleje de lo habitual, el impacto no será tan agresivo sobre el sueño del resto de la semana.
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